miércoles, 2 de mayo de 2012

Miércoles 2 de mayo

En días como el de hoy uno no sabe si el descanso que otorga el puente compensa las condiciones en las que vuelven los alumnos; algunos de ellos, directamente se asilvestran:

La primera hora fue tranquila. Pero ya en la segunda, una alumna empezó a mostrar síntomas del síndrome "noquiero": No quiero sentarme, no quiero callarme, no quiero dejar de asomarme a la ventana, no quiero cambiarme de sitio, no quiero no ir al baño... (¿he mencionado ya el "no quiero trabajar un poco"?). Sorprendentemente no se llevó ningún parte: conseguí apaciguarla y empleó el mayor tramo de la clase en hacer dibujos.

Fue en la tercera hora donde la cosa tomó color: un/a alumn@, cuando llevábamos diez minutos de clase, le coge el móvil a otr@ alumn@. El/la otr@ se lo pide y el/la primer@ no se lo da. Se levantan y empiezan a rivalizar por el móvil medio en broma. Empiezan a empujarse medio en serio. Empiezan a darse en serio, sobre todo el/la primer@, que en un ataque de "afecto" por su compañer@, le clava un lapicero en el hombro.
Conclusión: el/la primer@ expulsado otro par de semanas y el/la otr@ al centro de salud para que le extraigan la mina del lápiz.

Me recriminó una alumna, por qué no había ayudado a separarles/as. Bueno.... sí.... quizá la próxima vez

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