martes, 31 de enero de 2012

Martes 25 de octubre (continuación)

(....)
Tengo guardia a segunda hora y falta mi compañer@ de vigía. Pido a la Secretaría que me sustituya mientras hablo con la Directiva. Ésta tiene una llamada de teléfono y sólo me queda comentar el asunto a la Jefatura de estudios. "Cuanto más absurdo es un evento, con más precisión se te grava" (extracto de un comentario de Boadella sobre Un Perro Andaluz de Buñuel). La conversación se llevó de la siguiente forma:

Empiezo yo comentando los hechos:
- (...) A las ocho y media, cuando se estaban sentando los alumnos, bajando las sillas... el/la alumn@ X ha sacado el portátil de su mochila...
- ¿Y tú le has dejado?
- Bien: estaban sacando sus cosas de sus mochilas y ella/él sacó el portátil....
-¡Lo ves, ya empezamos mal! ¿Ha traído el portátil porque tu se lo habías pedido para hacer algún trabajo?, ¿no?, ¡pues ya empezamos mal!
- ¡ Me dejas que te cuente, o no me vas a dejar hablar??
- ¡Venga habla!
- Gracias
(Empiezo de nuevo y me vuelve a interrumpir)
- ¡Qué no hombre, qué no! ¡qué las has "cagao"! ¡qué con esta gente no se puede negociar, qué no vale! ¡qué no has impuesto tu autoridad desde el principio...!
(Ahora le corto yo)
- ¿¿Me vas a dejar de interrumpir??, ¡porque cooooño, qué difícil es hablar contigo! (ya me contagio de sus malas formas). Decidí tomar esa decisión porque creía que evitaba males mayores, pensando también en el resto de los alumnos que, a lo mejor, querían recibir un poquito de clase; algo a lo que tienen derecho, pienso yo...
(Por supuesto, me vuelve a interrumpir. De momento, la carga de la prueba ha caído sobre mí evidentemente)
- ¡Una clase, una clase..! ¡Te recuerdo que tienes cuatro monigotes en clase y parece que no eres capaz de llevarlo adelante!
(Me doy cuenta que el absurdo había comenzado. La "conversación" sigue, hasta que le cuento, a duras penas, todo lo acontecido. Él/Ella, lo zanja como casi siempre)
- ¡ Verás que pronto lo arreglo, largando a ese/a individu@! ¡Porque a tí te tengo que aguantar hasta el nueve de septiembre, pero  él/ella se va enseguida p´a su casita!

Entra en la clase donde aconteció todo y tras un par de minutos de voces, sale con el famoso portátil bajo el brazo, seguid@ del/de la alumn@ que me insultó y empujó. Decide llamar a la madre para que le/la venga a buscar.
Un cuarto de hora más tarde, con la madre ya delante, le comenta que la joya de su hij@ le llamó "hij@ de puta", cuando le ordenó que se sentara en el pupitre que tenía marcado la tutora. No sé si remarcó eso como el hecho principal.
Expulsad@ hasta después del puente de noviembre

Acababa de comenzar la jornada y han sucedido otro buen puñado de cosas que merecería la pena relatar. Pero ya he tenido bastante que recordar por hoy. 

lunes, 30 de enero de 2012

Martes 25 de octubre

Escribir lo que aconteció en el día de la fecha no fue una experiencia grata. Ahora de nuevo,cuando "me toca" subirlo al blog me siento incómodo; me están sudando las manos, literalmente, ¡pero vamos a ello!

¡Hay días queee.....! y hoy ha sido uno de esos:

Primera clase de la mañana (8:30)
Se han incorporado l@s dos alumn@s que, al día de la fecha, llevan más del triple de días expulsad@s que dentro del aula.
Pues bien: mientras estaban los alumnos tomando asiento para el comienzo de la clase, a un/a alumn@ diagnosticad@ con ....... no se le ocurre otra cosa que sacar su portátil de la mochila. Con falta de reflejos por mi parte, en seguida, l@s dos "joyas" que he mencionado antes, se lo piden y él/ella accede a regañadientes. Ya empieza el problema. En ese momento pienso: " a est@s individu@s sólo l@s he tenido tres días en clase. En el primero fue expulsado un/a de ell@s. En los otros dos días han estado tranquil@s, escuchando música en uno de sus múltiples móviles, y han dejado que los pocos alumnos que quieran recibir un poquito, puedan hacerlo. Deben haber pasado ya cinco o seis minutos desde que tocó el timbre, hay mucha clase por delante y opto por esta vía, pensado que "es demasiado pronto para armar jaleo". Hablo con el/la alumn@ propietario del portátil:

- ¿Qué te parece si se lo dejamos diez minutos, que escuchen un poco de música...?

Ella/Él accede y comienza la clase con la fecha, dudas, corrección de ejercicios... Cuando pasan esos diez minutos les pido el portátil y ell@s reclaman diez minutos más, a lo que el/la chaval/a, accede de mal grado; se empieza a poner nervios@. No se atreve a pedírselo por miedo, según me dice. Le comento que lo mejor es que el final de la clase me lleve el ordenador a la sala de profesores y esté allí toda lo que resta de jornada, para evitar más problemas en las siguientes horas. Ella/Él accede, pero empieza a llorar y a decir que el portátil es suyo. Se levanta y empieza a andar por la clase. Pido educadamente el ordenador a la pareja, para evitar males mayores y volver a calmar a la clase, "que es muy temprano", les observo yo. Cuando trato de coger el portátil uno de ell@s se levanta y lo protege con el cuerpo con el ya clásico "¡a mi no me toques!". Decido "no tocar nada" y me dirijo al propietario del "problema" para calmarlo. Lo consigo, pero ya hay varios alumnos que a estas alturas se han animado y se empiezan a levantar.
Queda un cuarto de hora y pienso que podré salvar la clase, cuando, de repente, empieza a sonar música a todo volumen procedente del portátil. Decido zanjar el asunto y recogerlo. El/La que antes me había impedido hacerlo forcejea, se queja de que le he hecho daño en un dedo, se levanta, me empuja y me llama ¡gilipollas!. Estamos muy cerca  y le reto (después, me dí cuenta de lo tonto que puedo llegar a ser) a que me vuelva a empujar, cosa que, sin dudarlo, hace. No sé qué pretendía, porque sólo me queda volver a mi mesa con el maldito portátil y tratar de escribir los hechos fundamentales de lo ocurrido para el pertinente parte grave, pero no puedo: me tiembla la mano y tengo la boca seca. Trato de bajar el ritmo respiratorio, abro las ventanas y la puerta de la clase para que corra el aire y de paso me cercioro de que hay algún compañero de guardia cerca, por si se complica el asunto.  No hizo falta. Suena el timbre y el/la dueñ@ del portátil se quiere quedar con él pese a todo. Accedo, a la espera de mi charla con la Directiva para comentarle lo ocurrido.

(Continúo en otro rato)

martes, 24 de enero de 2012

Lunes 24 de octubre

Mucha lluvia y mucho viento. Hacía falta
Quizá ha provocado la ausencia de un buen número de alumnos. El lado malo es, que los que se han quedado tienen nulas ganas de trabajar, por eso, "porque hace mal tiempo"

Hemos tenido claustro escolar por la tarde. Hemos dedicado una buena parte en relatar las distintas actividades extra escolares propuestas por los distintos departamentos. Demasiadas: mi compañer@ de departamento, sentad@ junto a mí, me confirma que debido a las circunstancias económicas de las familias, sólo se llevan a término una cuarta parte.
Un buen número de compañer@s (incluida la Jefatura de Estudios) hacen comentarios jocosos de algunas actividades, el ambiente está distendido, pero de repente, la Dirección, personaliza las risas en un/a compañer@:
- "A ver.... que te estás riendo, ¿imagino que querrás aportar algo nuevo a lo que se está diciendo?". Todos nos callamos al percibir la tensión
El/La compañer@ se queda "a cuadros" porque éramos la mayoría los que estábamos haciendo comentarios. Le contesta algo que no recuerdo bien y todo sigue su curso. Al finalizar el claustro me dirijo a él/ella y le muestro mi sorpresa por el comentario de la Dirección, y aunque le quita importancia le ha dolido: "Creo que a partir de ahora le pediré permiso para respirar", me contesta. He pensado que mañana invitaré a un café a esta/e compañer@ y le pediré disculpas por no solidarizarme en ser abroncado delante del resto.

Nos han anunciado que mañana viene la Inspección y que tendremos que hacer los cambios de clase "ligeros". Para que no escuchar el follón cotidiano que se monta, digo yo.

lunes, 23 de enero de 2012

Viernes 21 de octubre

Reunión con el Equipo de Orientación.
Llego tarde. No recordaba dónde había dejado ayer el coche; ¡de traca!

Cinco minutos después de mi llegada se incorpora la Jefatura de estudios y nos metemos directamente en el relato de "la casa de los horrores". Te das cuenta, una vez más, que nuestros alumnos son sólo la punta de una lanza que se ha ido fraguando en la familia, el ambiente.. y a nosotros no nos han instruido para ser Paulo Freire. Tampoco para ejercer de diana, pero ambas cosas van con el cargo que desempeñamos este curso.

Desconecto en el último cuarto de hora para no llegar con cara mustia a la primera de clase

sábado, 21 de enero de 2012

Jueves 20 de octubre

Como no llueva, los profesores saldremos despedidos por las ventanas; despedidos por la acumulación de tensión.
Quizá nos sigan los alumnos

Hoy parece que ha acontecido una buena decisión política, social y de vida a nivel nacional. Ya veremos si es la refinitiva

Miércoles 19 de octubre

Última hora de la mañana. Guardia

Ya muchos alumnos están que se suben por las paredes y se oye mucho ruido dentro de las aulas.
Hay una clase vacía porque se los han llevado al aula de plástica y mi compañer@ y yo decidimos coger una silla, ante la ausencia de los bancos, para sentarnos en el pasillo.
Sube la Dirección, el/la compañero se levanta a ver porqué un alumno ha salido de su clase. La Dirección me pone la mano en el hombro y me pregunta: "¿estás cansado?", le respondo que sí porque efectivamente lo estoy. "Pues hay que estar de pie -sigue- y cuando terminéis la guardia poner las sillas en su sitio". Sigue su camino a la segunda planta y yo creo que tardo algo más de un segundo en darme cuenta de que está hablando en serio. Mi compañer@, que por entonces ya se había acercado, arquea las cejas y se encoge de hombros.

Ya sé uno de los motivos por los que quitaron los bancos.

martes, 17 de enero de 2012

Martes 18 de octubre

Tras la tutoría personalizada con la madre de un@ alumn@, me ha quedado media hora libre para organizar papeles.
Coincido en la sala de profesores con la/el compañer@ de tecnología. Una persona que aparenta tranquilidad y que suele estar paseando por el reducido espacio de la sala cuando se encuentra en ella. Le hago saber de mi deseo de mostrar también esa flema que aparenta y me dice que se ha visto obligado a ello. No hay que azuzarle mucho para que se siente y me cuente:

-" El curso pasado estaba en tal estado de tensión que conseguí mi peso ideal (sonreímos; ahora me contará el porqué, pienso) No fumo mucho, pero me levantaba casi todas las mañanas con náuseas. Vomitaba lo poco que tenía en el estómago, como si fuera un/a fumador@ compulsiv@. A la hora de comer tampoco tenía ganas... y ¡mira por dónde, todos esos síntomas se me pasaban los fines de semana y las vacaciones!. Así que este curso he asumido mis límites y he decidido tomar todo más relajadamente. A la Jefatura de estudios le sirven las voces, pero a mí no me dan resultado.
(...) Cambiando de tema, estoy pidiendo a los tutores una lista con los alumnos que tienen los ultra-portátiles averiados. Con esto me refiero, a que, ya verás como en este centro "averiados" no es un problema en el software, sino que están, literalmente destrozados y la única solución que me plantean desde arriba (señala con el dedo) es regalarles otro. ¿Qué te parece esa forma de tirar el dinero?"

Ella/El me pregunta y yo sonrío

lunes, 16 de enero de 2012

Lunes 10 de octubre

Hay cambios mobiliarios: pupitres nuevos en algunas clases, pintura y alguna pizarra. También han quitado los bancos que se encontraban en el pasillo elíptico. Pienso que así el equipo directivo trata de evitar el "asentamiento" masivo entre clase y clase. A algunos chavales hay, literalmente, que despegarlos de los bancos para meterlos dentro del aula

domingo, 15 de enero de 2012

Miércoles 5 de octubre

Después del recreo tengo una hora libre y decido ordenar los partes que ya he acumulado. Hay un/a alumn@ que se ha juntado con cinco en dos semanas. Todos leves (interrumpir la clase, hablar, no traer el material..) pero suficientes para llamarle la atención. Me dirijo a la Jefatura de Estudios para ver los pasos, en este caso, de un efectivo tirón de orejas (quizá llamar a casa, dejarl@ sin recreo un par de dias..) pero no me da tiempo a expresar lo que vengo buscando: en seguida la Jefatura me coge los partes y me pide explicaciones como tutor, leyéndolos por encima, de qué quiero yo que él/ella haga con esos partes. No puedo meter baza; creo que le/la he pillado en mal día.

Se acerca la Directiva oyendo el tono de voz que se estaba usando y decide ir a buscar al/a la alumn@. Viene, se sienta y no le da tiempo a articular palabra; la tiene toda la Jefatura:
"¡Qué es esto...! ¡Te crees que nosotros estamos aquí....! ¡Tu quieres repetir de nuevo...! ¡Déjate de gaitas...!
Yo estaba apoyado en el marco de la puerta y trataba de imaginar hasta dónde se podrían estar escuchando los chillidos.
Acaba la tormenta. El/La alumn@ vuelve a su clase y la Jefatura me razona que eso era lo que tenía que haber hecho yo como tutor. Con cara de asombro y sonrisa incrédula, respondo que no creo que en este caso las voces sean una solución... y no puedo acabar mi razonamiento porque en ese momento los chillidos van hacia mí:  "A mi las voces me han servido desde que era maestr@ de primaria..." (...) en esos momentos mis oídos se cierran y debo quedarme con cara de tonto porque oigo entre las voces: " .. y no te sonrías porque esto no es ningún teatro!"

No reparo en el resto de la perorata. Vuelvo a la sala de profesores, me siento y trato de calmar la respiración, sin entender, sin creer, sumido en el absurdo: " ¡tengo casi cuarenta años y alguien con algunos años más que yo me está dando voces en un centro público!"

Aprovecho lo que resta de hora para acudir al centro médico cercano y pedir cita para la vacuna de la gripe. Voy en tal estado de shock que se me cae el DNI y un alumno que me conoce y que ese día no había acudido al centro me llama la atención: "¡maestro, que se le ha caído algo!".
 La verdad, es que se me había caído todo

Lunes 3 de octubre

De momento, todos los alumnos de las aulas con pizarra digital, están sentados dándoles la espalda. Curioso

jueves, 12 de enero de 2012

Jueves 29 de septiembre (continuación)

(...) Han transcurrido aproximadamente quince minutos, y cuando creo que ha pasado la tormenta, los voy colocando en sus sitios. En esos momentos entra la Secretaría y llama "a consultas" al/a la alumn@ en cuestión.También se dirige a mi y me pregunta "¿qué hacen estos alumnos sin trabajar?" y les compele (DELANTE MÍA) a que abran los libros y los cuadernos de la asignatura que les toca porque "estos alumnos no pueden estar así, sin hacer nada", dejando mi autoridad en la clase a la altura de un betún muy sucio.
Acabada la media hora aproximada de clase que pude impartir, también acabé mi estancia en el centro por hoy pero decido dedicar tiempo a escribir el parte de conducta grave pertinente, narrando el insulto que oí durante la hora de guardia. En ello estoy, cuando escucho a un miembro del equipo directivo dar voces, refiriéndose a la charla que ha tenido con la madre del/de la alumn@ ya famos@ el día de hoy. Desde donde estoy (en la sala de profesores) oigo cómo se escandaliza de que un@ profesor@ ha dicho a la madre "que su hij@ no está en una buena clase" y, por las señas que le había dado la madre, debía haber sido yo el que hizo ese comentario. Una vez se da cuenta de que estoy escuchando lo que está diciendo, entra en la sala y me repite todo lo que ya había oído, pero esta vez a la cara y en el mismo tono. Es decir: lo que yo antes escuchaba dentro, lo estarían oyendo fuera. Lo tomo como algo propio de la tensión acumulada y le respondo que no fui yo quien hizo ese comentario pero que lo tomo como mío, porque a mí también se me podría haber "escapado". Asumo el chaparrón, recojo mis cosas y abandono el centro con cara de circunstancia.

miércoles, 11 de enero de 2012

Jueves 29 de septiembre

Estaba siendo una semana complicada, con los alumnos marcando sus límites, retando.. y hoy, en mi caso, se ha condensado todo:

Acababa de comenzar una guardia después del recreo. Al poco rato ya tenemos a tres alumnos expulsados, sentados en uno de los bancos. Uno de ell@s, con ganas de seguir armándola, se mete con el aspecto físico de mi compañer@ de guardia. Est@ alumn@ ya ha sido expulsad@ esta semana en una de mis guardias y parecía que escuchaba, cuando le comentaba si le gustaría que en su casa vieran el comportamiento en este comienzo de curso. Decido jugar esa baza y le comento que voy a su madre para decirle lo ocurrido. Ella me pide, por favor, que se ponga su hij@ al teléfono porque no se cree lo que le estoy contando y yo accedo (CRASO ERROR). El/La alumn@ se pone a contarle a voces a su madre una historia de otr@ alumn@ que le ha quitado su móvil. La Secretaría me llama la atención sobre la "ocurrencia" de dejar el teléfono a dicho alumn@, para que se ponga a dar voces. Metemos de nuevo a /a la alumn@ en clase, una vez parece que se ha "desahogado".
No pasan diez minutos y en el instituto se presentan el hermano del/ la alumn@ con su novia, la madre llamada y una hermana de ésta. Todos juntos, más el/la compañer@ de guardia, nos reunimos en el SUM. El /La alumn@ cuenta su versión (que nos deja con la boca abierta) y el/la compañer@ de guardia insultad@ cuenta la suya. Entre las cosas que le comenta a la enojada familia es que "su hij@ quizá ha coincidido en un aula complicada".
Parece que la cosa se ha calmado, después de una charla entre adultos, toca el timbre de cambio de clase y voy a la sala de profesores a recoger mis cosas para dar clase, precisamente, en el aula de es@ alumn@.
Hay jaleo: mientras subo las escaleras la Dirección trata de sujetar al/ a la alumn@ acusado anteriormente de quitar el móvil. Hablan a voces y no entiendo lo que dicen. Llego a mi clase y la Secretaría está también tratando de sujetar al/ la alumn@ que ha originado todo el follón porque, según entiendo entre los gritos, su hermano estaba esperando abajo a quién le había quitado el móvil, para pegarle. Al final se calma y el resto de los alumnos ( en una clase en la que sólo estan diez de ellos porque faltaban tres, otros dos todavía no han asistido y otr@ más estaba expulsad@ por pelearse el segundo día de clase) como digo, el resto de los alumnos se sientan junto a ella/él y le dicen "que se ha buscado la ruina, porque aquél es amigo de aquel otro, que a la vez es del clan "X" que conoce a otro más que le va a rajar..." En estas circunstancias creo que no es bueno comenzar la clase y decido calmar algo los ánimos: les junto en grupo y decidimos hablar de lo que ha ocurrido; de algo que se está convirtiendo en una bola de nieve.
(Es mucho; voy a continuar otro día)