jueves, 26 de abril de 2012

26 de abril

Hoy ha habido una excursión que ha dejado el centro a más de medio gas: cuatro alumnos en una clase, dos en otra, ninguno en la tercera... Buen momento para ordenar papeles, preparar exámenes y conseguir enterrar el hacha de guerra de una alumna; al menos conmigo.

El ambiente distendido ha dado pie a la jefatura de estudios a distendirse también él/ella en la sala de profesores, creo que a raíz de un comentario del concurso de traslados. Según sus palabras, le da igual si le envían profesorado fijo o interino, porque según su experiencia, "las canas no son determinantes para cuajar en el centro". Y acto seguido dedicó más de 40 minutos a contar "esas experiencias":
Salvando los primeros minutos, dedicados a congratular a un profesor que "a base de empeño y constancia se hizo con el grupo.." dedicó el resto del monólogo, a veces interrumpido por algún compañero, a soltar lindezas del estilo:
Que durante mucho tiempo pensaban que una profesora desaparecía durante su hora de guardia y al final se dieron cuenta que se escondía a dormir en el despacho de orientación....
Que otra profesora tras numerosas bajas se enfrentó a la inspectora del momento porque quería un traslado a otro centro y como tenía un familiar que era abogado...
Que un profesor se dedicaba al exhibicionismo en sus horas libres, y en las que no también, y una vez le vio las nalgas depiladas...
Que un administrativo era bipolar y...

Creyéndome sólo la mitad de lo que dijo, me pregunto, qué culpa puede recaer en el centro para que las personas puedan llegar a cometer excentricidades

El próximo 28 es el Día Mundial de la Salud Laboral y por prescripción médica debo mantener la tranquilidad en el trabajo. Ayer, de la forma más tranquila posible, en el curso excelente, conseguí separar ocho veces a dos alumnos que se estaban incordiando: como he dicho, separándoles, ayudándoles con la tarea, distrayéndoles con la pizarra digital... pero al final cayeron una mesa y acto seguido una alumna tiró una silla, y dos segundos después sonó otra tercera (¡qué juego tan divertido!). Les comenté (a los peleones) que eso era el resultado de toda una hora de batalla y que les escribiría un parte. Uno de los susodichos salió de la clase dando un portazo y llamándome "gilipollas" . Es la segunda vez que me lo llaman en este curso y empiezo a creer que en verdad se me debe quedar cara de gilipollas cuando me veo impotente.

miércoles, 25 de abril de 2012

Lunes 23 de abril

"La vida sigue igual...."  Me suena a Julio Iglesias

De golpe he visto una pared a escalar y me ha dado un "vértigo invertido" que no sé si existe: en vez de mirando el abismo, por ver la distancia que tengo cuesta arriba. Fue la primera sensación y he de considerarlo como algo normal; ¿dónde pensaba yo que volvía?

Llegué unos minutos antes del comienzo del recreo y me pilló un poco el follón así que los primeros saludos del reencuentro fueron rápidos. Me llamó la atención que el/la compañer@ con quién más he estado en contacto me diera la bienvenida de pasada. No le dí mayor importancia. Cinco minutos después me encaminé a la cafetería que está cerca del centro y allí estaba sol@. Se disculpó: acababa de pasar por la agradable experiencia de sentir muy de cerca el aliento de un/a alumn@ que amenazó con darle un tortazo. Por eso, según sus palabras, necesitaba salir "a respirar y llamar a mi pareja por teléfono para desahogarme un poco. En los últimos análisis, la hormona del stress la tengo por la nubes!"; comprensible.

También me ha comentado que el equipo directivo fue denunciado en el segundo trimestre; comprensible.

El/La administrativ@ no se ha incorporado; comprensible.