jueves, 21 de junio de 2012

Jueves, 21 de junio

Días de resumen, de rellenar documentos, de buscar papeles o escritos que tengan algo de "soporte" y supongan la tabla de salvación de algún alumno.
Tiene sus riesgos; pocos. Y sus sorpresas; alguna más:

Una compañera, en la sala de profesores, ha agitado en el aire, cual abanico propio de estas fechas, un conjunto de papeles heterogéneos, no por las dimensiones -todos tenían el tamaño aproximado de medio folio, con uno de los bordes rasgados- sino por los distintos colores de tinta usada en cada pieza, y la distinta procedencia de los pliegos: cuaderno de cuadrículas, de dos rayas, hojas en blanco, escritos por una o por las dos caras...
Pues bien, tras llamarnos la atención, pasó a relatarnos la conversación que mantuvo con el alumno que le facilitó el amasijo:
- "¿Sabes que la presentación también cuenta en la nota?" (le preguntó ella)
- "¿Sí, maestra...? ¡Pues démelo que se lo voy a grapar!" (le contestó él)
Esa original salida, según la compañera, le completará la nota para conseguir el aprobado

Este hecho, hoy me trajo a la memoria algo similar, pero con algo más de jeta, ocurrido hace unos días:
En mi tutoría tengo un alumno que, si no me equivoco, habrá venido a clase sólo media docena de veces en todo el curso.Todas esas ausencias han sido debidamente justificadas desde casa, y no se le ha echado en falta porque, cada vez que aparecía, se hacía notar.
La semana pasada volvió a hacer acto de presencia. Era la primera hora, y le veo dar vueltas de calentamiento alrededor de las pistas del patio en su hora de EF y pensé: ¿será un fantasma?. Para resolver tan angustiosa duda lo abordé en el cambio de hora:
- Hola, yo sé quién eres tú. ¿Sabes tú quién soy yo?
- Sí, mi maestro...
- ¡Y tu tutor! ¿Te has caído de la cama hoy para venir?
- ¡Qué cosas tiene maestro...! Naa, he venio porque hay que venir ¿no?

Ahí dejamos la conversación. Más tarde tenía clase conmigo... ¡pero no llegó!; a tercera hora la dolía algo y se marchó a casa. Se marchó a casa con algo más de peso en la mochila: el peso del ultra-portátil con su nombre, pagado por la Junta, pagado por...

2 comentarios:

  1. EN LAS REACCIONES PODRÍAS PONER: vergonzante!!!
    No es esa la escuela pública que queremos. Cada día como imaginarás defiendo más la anti-pedagogía. Creo que a veces el instituto empeora las cosas. Por qué hay que aguantar a un chico que no quiero estudiar, detrayendo recursos que bien podrían ser más útiles por otras vías??

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  2. Sugerencia escuchada y compartida!

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