Exordio

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais(...)"

Pienso que, estas ya famosas líneas del replicante Roy Batty, son un buen principio para este diario.

Soy docente en un centro de secundaria situado al sur, del sur, del sur. Trato de impartir mi limitado conocimiento y también trato de aprender; algo que sólo consigo, y de forma separada, en muy contadas ocasiones.

Este diario primero lo he ido elaborando como tal, como se hacía antes: de puño, letra y boli. Ahora, después de pensarlo y discutirlo -no mucho la verdad- me han convencido para hacerlo público. ¿Por qué?, porque me estoy acostumbrando a trabajar en el ambiente que voy a tratar de describir, de la forma más objetiva posible; narrando sólo lo que me ocurre a mí y reseñando cuándo escribo algo que otros me han contado.

Como decía, me estoy acostumbrando: cosas que antes de comenzar un curso me parecerían inaceptables desde un punto de vista profesional y personal, ahora me parecen llevaderas. No sé a quién oí decir que "el cuerpo se acostumbra a casi cualquier trabajo; es la cabeza la que te juega malas pasadas": yo he pasado malos momentos como (en mayor o menor medida) el resto de compañeros.  Charlando de, y en el trabajo con ellos, entre las cosas que anhelas, es que este año escolar termine pronto; que se haga breve...
Por eso lo quiero escribir, porque contado en charlas informales cuesta creerlo, porque ha habido otr@s antes que yo y l@s habrá después, que vivirán algo similar y también "se acostumbrarán", y porque no quiero que todos esos momentos "se pierdan en el tiempo como lágrimas en la lluvia"